viernes, 26 de junio de 2009

Recuerdos en un parque a medianoche...



Yo le digo a Angie que no quiero hablar más de él, que lo mejor es que ella vuelva a ser la enamorada tan apasionada que solía ser antes de conocerme y que quizá le debería dar una oportunidad a ese tipo que me odia por estar muy unido a ella. – Pero ya no siento que lo quiera como antes… Me responde mirándome a los ojos y prosigue… - Prefiero estar contigo caminando, me siento más libre y dichosa… Le respondo que yo sólo soy su amigo (Una mentira que me negaba aceptar) y que debía aclarar lo que realmente siente sobre su antigua relación.

Angie que es una muchacha muy linda, agacha su cabeza mirando el suelo como buscando un pequeño agujero donde poder esconderse. Quisiera abrazarla, decirle que olvide su pasado y que me quiera tanto como yo la he comenzado a querer, pero el tonto que hay en mí sólo sirve como resorte cuando la pena me empuja y yo la voy lanzando a lugares distintos, es por eso que jamás le diré a Angie que lo que siento por ella se ha vuelto tan diferente a lo que era en un principio, que ya no la veo como la colega divertida que se sonrojaba al verme llegar, ni tampoco sabrá que he soñado muchas veces conque la beso en aquel parque donde siempre nos escondíamos.
Quisiera irme de viaje contigo… me comenta y yo sin saber qué decirle sólo le respondo que se aburriría demasiado. No lo creo así, porque jamás me he sentido aburrida ni un minuto contigo... Ella sabe que me iré de viaje por un tiempo a Cusco, me da a entender que la abandonaré en medio de su tormenta personal y me advierte medio en broma y medio en serio que no me vaya a meter con alguna gringa, que debería portarme bien y que no la decepcione, yo le prometo tantas cosas que sé que nunca cumpliré por el simple hecho de que estando solo soy tan diferente a lo que ella me conoce, porque Angie me subestima mucho al pensar que soy bueno, una de las mejores personas que ha conocido y todo por esa ceguedad que tiene en los ojos, porque bueno no podría serlo nunca, ya que alguien que se sumerge en la tristeza del abandono solamente sirve para quedarse solo para siempre.

Yo la abrazo y le digo que es mejor que ella se quedase, que pensara bien las cosas y que lo haría mejor alejándose un poco de mi persona, además su familia no la dejaría irse de viaje con un hombre a solas y menos no sabiendo nada sobre mí, pero a ella no le importa y me dice que las excusas no le faltarán para que la dejen ir. Ya no le insisto mas sobre eso porque en el fondo sé que eso nunca sucederá. Es casi medianoche y con Angie seguimos paseando por los alrededores de su casa, intercambiándonos datos y momentos que hemos vivido por nuestra cuenta, me habla de sus relaciones amorosas, del abandono de su padre al nacer, sobre las peleas con su madre y como es que hace mucho tiempo que no llora, todo me lo dice con un desconsuelo y a la vez con una calma que sólo hace que quiera abrazarla mucho más. Yo le cuento sobre mis amigos, sobre el trabajo, sobre las torturantes relaciones que he sostenido, le relato la primera vez que me enamoré, le cuento del avión de Lucy partiendo sobre mi cabeza y como es que las manos de Fernanda son las más lindas del mundo... Ella muy atenta me escucha y sólo a veces me interrumpe para decirme como el rostro me cambia cuando menciono esos nombres. Yo le digo que si me hubiera visto un año antes se sorprendería aun más. Luego reímos y me pide que por favor nunca la olvide, yo estoy seguro que nunca lo haré, además tenia sus fotos en mi celular y eso me haría recordarla mucho, Angie me dice que eso es verdad y me comenta con una alegría muy tierna que ha puesto nuestra foto donde nos cubrimos los rostros con las manos como su saludo de inicio y por eso cada vez que despierta me ve escondiéndome de todos.

Ya es tarde, ella tiene que volver a su casa y yo no tengo que volver a ningún lado, mi hogar seguirá en el mismo sitio y los amigos y el tiempo darán sus vueltas volviendo todo tan diferente a mi alrededor, realmente soy un tipo sin lugar ni destino donde ir, quiero decirle a Angie que me acompañe a dar unas vueltas más por el parque, quisiera decirle que su cabello me sumerge en un estado sonámbulo con que poder soñar un ratito, son tantas las cosas que le tendría que decir y sin embargo me quedo en silencio, pensando que ella seria más feliz alejada de alguien que no está seguro de querer tener una relación y poder entregar lo que una mujer busca, porque simplemente no soy capaz de devolver mis cenizas por aquel río donde transita mi destino. Por eso sostengo la mano de Angie y le prometo que cuando regrese le contaría muchas mas historias que aun no le he contado, ella que no sabe qué decirme solamente sonríe y me pide que vayamos a su casa…

En el camino cada uno separado levemente, observando las sombras desdibujarse en el suelo, no decimos mi una palabra, nos hemos quedado sin mentiras ni verdades que decir, quizás Angie en el fondo me hará caso y regresara con ese tipo que me odia y yo seguiré negándome que ella es la muchacha que me hace querer ser un poco diferente y así poder quererla como me niego a querer…