jueves, 24 de septiembre de 2009

Hay veces que duele...



Ella lloró imaginando casas ajenas sobre cuadrados inmensos
Quiso detener el vínculo del aire como un reloj a cuerda con su
manecilla dorada mientras insultaba al espejo por seguirle con los ojos

Ella lloró cinco veces en una hora y él no lo comprendió
No comprendió el amor tan ingenuo que no supo detener
Y ella lo odió, lo odió porque él era su hombre y debieron ser juntos
un numero en la ecuación infinita de sus brazos
Tocar sus manos y descubrir sorpresas porque ella le pertenece,
aun tendida entre sillones oscuros, entre la alfombra gris que tranquilamente
le confirmaba que era un mar sobre sus cabellos oscuros.

Y ella lo recuerda cinco veces y lo detesta
Odia que sea mujer, que tenga senos y un sexo que no aprovechó con su hombre
Acaso él no creía en el amor de cara al sur?
Porque él es su hombre, el que debía pagar la cuenta y que siempre
la llevaba de la mano fingiendo no saber nada sobre su llanto

Pero ella no soportaba su aliento diminuto,
el cariño diáfano que le daba nauseas y lo hace simulando que solo ama
Mientras en su cuarto ella se toca levemente, se sonroja, gime despacio
y lo va odiando a él en fracciones insospechadas

Ella es mujer y lo repite como no creyéndolo, agita su figura,
se alimenta de la noche, porque no es verdad eso del eterno amor limpio
No es verdad el amor de figurita y siente que su piel quema,
se inunda con sus roces,detiene el aire frío de la ventana con su reflejo agitado

Ella es joven, muy joven para gritar sobre la soledad,
sobre aviones partiendo, sobre sillones que no le pertenecieron nunca.

Pero de pronto él un día antes le dice que la quiere mucho
Y Ella no lo soporta, no comprende su amor,
la ilusión de cuchillo sobre sus manos calientes,
quiere subir, estar con él muchas noches porque le pertenece

Pero él se detiene, mira el techo como suplicando “No te vayas”
pero no lo dice,se queda con las palabras en su mente y ella se siente fea,
se siente inmunda, “Mucho frío, por favor abrázame”.
Y él lo hace con mucha ternura porque ella casi ya no esta
y nunca será su mujer y ella mientras siente sus brazos lo odia en silencio intentando mantener su culpa hasta la muerte
Ella parte lejos y olvida números, correos,
olvida semanas muertas en un año que no figura en su bitácora ridícula

Llega a ser mujer en un hotel que fue su hogar, gime mil veces
y lo repite dos veces más como expiando culpas,
como agitando sus recuerdos en ese cuerpo ajeno que la aplasta

Y ve en su ventana que sigue siendo la misma y lo odia
Lo odia hasta que un día vuelve buscándolo y le señala su vientre.
No es tu hijo, no podría serlo, porque jamás fuiste hombre,
ni amor, ni cama, jamás me señalaste con caricias hasta suspirar
con los ojos cerrados.

Ella le señala muchas veces y poco a poco lo va perdonando,
mientras él en silencio piensa en vasos rotos en una pared de ladrillos
Y por fin los dos llegan a quererse

Y comprenden que nunca mas otra vez sillones oscuros sobre mares grises…

sábado, 12 de septiembre de 2009

15-18-12




Cuando por fin seas una palabra
Todo será como una quinta parte de lo que es ahora
Ya no habrá porqué pensar en días llenos de agua
Ni tratar de encontrar discos tirados a la basura

Es por eso que tú nunca sabrás que yo iba contigo a ninguna parte
Y que los órganos transitan por donde el amor es más que
una piedra sin color
Fueron en esos instantes que alcé tu manos hasta que seas la que se
despidiera de mí como una marioneta rosada que no es de madera
y ni siquiera de cartón pintado

Por eso me voy a donde es ese lejos, más allá del desierto con agua
con esos ojos agrandándose porque a la larga eso duele
Y describirte como un remolino castaño que abre la boca
para decirme palabras, adjetivos, símbolos… a e i o u…

Y yo contigo por los lugares de los demás.
Mientras mi pasado aplasta todo.
Como hormiguitas va muriendo mi alegría como un pie grande…
Y ahora que voy pensando todo esto…
Nunca fui lo que pensé en tu pecho,
nunca la oscuridad estuvo apenas de taparnos…
Y así creer que hemos vivido cubiertos de nuestra piel

Y yo ir pensando: “Maldito invierno que acaba”
Mirando todo como un cúmulo de nausea
Y escaparme con mucho vino, por un cáncer que me aprieta
la soledad como un dios oscuro y feo… y te aprieta ti…

Porque sino El Todo me dirá fantasmita mía… que no fuimos
cíclopes aullando, sino cíclopes que perdieron el único ojo
que les quedaba…
Y ya no mas Rayuela, ni mas canciones sobre cómo te ibas
de mí todos los días, siendo una tarde que decae en mi soledad
amarilla que sangra porque es la única oscuridad que pude
sacarle después de tanto…”Puta mare”
De tanta caminata sin sentido por el mismo parque de antes…

Y me siento triste… y es lo único que me aquieta a buscarte
Porque siempre seré el mismo infeliz que nunca pierde
porque nada arriesga… y dirás…”Maldito orgulloso”
Y yo diré…”Que hubo una tarde donde fui mas que un
segundo nombre y así creí ser feliz”


Tú te reirás de eso y yo reiré y sabremos que ni siquiera
los inviernos consuelan

Porque de nada sirven los recuerdos cuando eres un presente
que se escapó como un sueño torpe e inconcluso…