lunes, 26 de enero de 2009

El amor es infinito hasta que acaba




Yo no sabré cuándo y hasta dónde puedo llegar a querer, es como si dentro hubiera un infinito y a la vez estuviera plagado de piedras puntiagudas que solo hacen daño.

Cuando camino solo, lo primero que se me viene a la cabeza son muchos nombres, nombres que vienen enredados de recuerdos, de escenas que viví por aquellas calles y que lo único que me dejan en claro es que sigo solo, y no es que eso sea malo, por el contrario, amo mi soledad, no soporto estar todo el día acompañado, así la persona del costado sea alguien de mi familia, algún amigo o hasta el amor de mi vida. Con el tiempo he logrado darle la razón a esa frase que repito desde pequeño que dice… “Que no todo lo que se ama es el amor” Porque la mayoría olvida que en el mundo no existe la persona perfecta para uno, jamás alguien logrará cubrir todas las expectativas que podamos tener y eso es muy lógico, ya que la mayoría busca la perfección cuando en verdad eso no existe. Yo por mi parte no busco nada, no busco enamorarme de la muchacha de los ojos miel o de aquella de las manos indescriptibles, esa con el cabello enredado o la de labios dulces, simplemente de repente aparece alguien que me quita por un momento el sentido y me hace dar vueltas y vueltas por esa calle de humo blanco… y yo me dejo llevar porque es el momento en el que puedo sentir más de lo que siento, sufrir más de lo que sufro y querer al extremo de dar todo por aquella que me roba los días como se roba las mejillas la lluvia.

En mi caso el tiempo me ha enseñado que los estereotipos no sirven de nada, yo antes pensaba que la chica perfecta para mí era la típica muchachita de carita dulce, con ojos miel, cabello muy largo y lacio, que sea tierna, cariñosa y que tenga unas manos muy delicadas… Pero al pasar los años me di cuenta que esa idea era muy tonta, pues me he enamorado de mujeres de muchos colores de ojos, de cabellos ondulados y de todo tipo cortes, me he sentido fascinado por mujeres misteriosas y antisociales, cursis y practicas, quizás lo único que siempre debe tener una chica ahora para mí es que sea muy inteligente e indescifrable.

Cuando empiezo a enamorarme trato de mostrarme como el tipo normal que puedo llegar a ser, trato de ser muy cauteloso hasta terminar de entender lo que siento. Entonces cuando ya estoy encantado de esa presencia que a cada segundo se alza en mi mundo, tengo dos opciones… La primera es amarla de lejos, morirme y que todo ese platonismo sea mi pequeño universo, quererla hasta la saciedad con la mirada, descubrir como sus ojos se abren en cada segundo y hacerle todo un libro a sus manos que es lo que más me causa curiosidad… La segunda opción es revelarme contra todo ese romanticismo antiguo y acercarme y que se de cuenta que me tiene que querer como yo la estoy queriendo y así buscar las llamadas, los mensajes de texto, hacerla reír con mis chistes patéticos y poco a poco ser de ella y ella mía… Lastimosamente como todo en la vida siempre hay una trampa, por una o por la otra opción todo llega a desmoronarse, porque si no es la hemorragia del amor que pasa a los pocos meses, puede ser la decepción que esa persona que lograste conocer y querer no es tan maravillosa como pensabas. Entonces aparecen las peleas, las intrigas o los celos desmedidos, cuántas veces he fugado ferozmente de una relación para no matar el poco cariño que quedaba, cuántas veces he tratado de mantener intacto el pasado en mi cabeza.

No sé lo que es estar con una persona años de mi vida y mucho menos sé lo que puede pasar si algún día me da la loca idea de convivir con alguien. No estoy preparado para la monotonía del cariño y mucho menos creo estar preparado para ese tira y afloja que supone una relación bien constituida por el tiempo.

Por eso ya no espero nada de nadie y mucho menos busco algo, si tengo algo furtivo en el camino a la mañana siguiente se quedará en el camino y si me enamoro seguiré con mis dos opciones para elegir y así seguir en el rumbo solitario de mis pasos que poco a poco están cada vez más cansados…