lunes, 16 de noviembre de 2009

Queria escribir la cronica más linda... pero me salió esto...



Estoy en mi cama mirando la pared despintada de mi cuarto, revisando los mensajes de texto de mi celular. Hace varios días que no escribo a alguien ni un mensaje de saludo, quizás porque en el fondo no quiero saber de los demás, simplemente quiero estar solo.

Es por eso que he cerrado los ojos y muchas imágenes aparecen de repente, son recuerdos divididos y desordenados, algunos son recuerdos inútiles, recuerdos entrañables y otros que jamás contaré. Quisiera que sea viernes y no domingo, quisiera poder dormir pero es algo inútil, hace muchos años que dejé de hacerlo como la gente normal y es por eso que muchas veces he visto la transformación del cielo oscuro en un azul de amanecida.
Quiero salir, caminar un poco, quizás ir pensando en fantasías agotadoras sobre lo que jamás sucederá… Me pregunto hace cuánto que estoy solo? Me pongo a revisar en mi memoria y mi memoria me responde que estoy solo desde que te fuiste…. Pero luego esa maldita memoria me vuelve a aclarar… Estoy solo desde que te dejé ir…

A veces quisiera desaparecer del mundo por un instante, no chocarme con personas que conozco y no aguantar ciertas palabras que caen siempre tarde… Hace tanto tiempo que ando mirando el cielo desaparecer desde mis ojos, he visto que la luna aun tiene un instante y un recuerdo, he sentido que me ha mirado como lo hizo tantas veces y la he visto encima de un parque y de una calle mojada de lluvia, la he visto engrampada en un espejo tocando levemente las paredes frías… Es por eso que quisiera escribir como es que me siento de verdad… Todo era tan ridículamente perfecto cuando estabas que por eso te dejé ir… Ahora ese todo se acumula en mis pupilas, se centra en esta memoria que no me deja en paz… dicen que no hay que vivir de los recuerdos y yo digo que hay que saber caminar con ellos.

Ahora la tarde decae sobre mi casa y yo desde mi cuarto cierro los ojos y me siento triste… pero no es esa tristeza patética que nos venden en la televisión o en algunos libros, no es esa tristeza estupida con llanto ni esa con los ojos despeinados… sino que mi tristeza es como una mascara que tiene mi rostro, tiene mi risa, tiene todo cuanto soy… entonces me pregunto… Cómo me llamo? Y mi memoria me responde que me llamo andrés y que siempre lo escribo con minúscula… eso mismo… Y soy feliz? Mi memoria me dice que no creo mucho en eso y que más bien creo en el instante… tiene razón…

Ando jugando al ping pong con todo lo acumulado, yo creí que hoy escribiría una crónica perfecta, quería escribir la crónica más hermosa del mundo pero veo que no me sale nada de eso, quizás estoy así porque es invierno y porque todo pesa más en la noche, por eso he decidido apagar mi celular, he optado en escribir hasta encontrar un sentido a esta soledad impuesta… Ya no la quiero y sin embargo los recuerdos golpean más fuerte cuando es así… A veces los recuerdos imitan el cariño como un camaleón estupido y molesto, como si mis manos fueran las mismas que te tocaban cuando nos queríamos y todo parecía un jardín lleno de besos y nos escondíamos porque nos gustaba ser fugitivos azules…

Quisiera verla, poder escucharla una vez mas, conversar por horas y ponerle un punto final distinto al que tuvimos, Ya no la quiero? Y mi memoria se queda callada… Quisiera que me responda como siempre con esa arrogancia que nos caracteriza pero solo hay silencio… Me doy cuenta que hay tanto en mí dentro que es una batalla constante del orgullo con las imágenes, del instante con la pena, son batallas continuas, son egos pronunciados en la ternura del vacío. Y me digo que todo se detiene en mi mano, cuando cruzo en esas pistas sin sentido, cuando la luz me fastidia y lo sé todo…

Sé que algún día nos cruzáremos de nuevo y yo fingiré que no te vi o quizás me busques sin que tengas tu nombre y yo habré querido escribir la crónica mas hermosa que pueda existir y así cuando lo leas pienses que el cariño es eterno por mas que no haya futuro... Seguro te reirás por la contradicción y yo me sonreiré al pensar que es así y saber que el invierno cuando acaba pesa más que los años que se van acumulando en esta memoria triste y orgullosa que se queda callada cuando quiere…

11 comentarios:

INCRUSTADA EN LA INEFABILIDAD dijo...

Disfruta de tu soledad...

Sofia Denadie dijo...

Los recuerdos pueden ser lo más doloroso a veces. . es mejor reivirlos de alguna formas. . otras es mejor dejar de pensar en lo que fue o en lo que pudo ser y volver al presente. . a la realidad que hoy está frente a nosotros.

Espero que esa melancolía de invierno lentamente desaparezca andrés. . .optar por la soledad por mucho tiempo no siempre es la cura :)

Anónimo dijo...

Es invierno por allá? Por estas tierras termina la primavera y se camufla con el verano que aún no empezó, este último se apura en llegar, como jugando carrera. Viste que siempre asocian invierno y otoño con melancolía y tristeza? El verano en cambio, pasa rápido, se disfruta, se saborea con alcohol y un par de puchos y se juega a aventurar en relaciones que de antemano sabemos que no serán duraderas.
Ahora, te cuento un secreto: el verano para mí es más melancólico que el invierno. Es pararme de brazos abiertos en el cordón de la vereda o en mi balcón a chocarme con el atardecer que mierda, no sabés que fuerte que llega, marea, deja un espacio vacío que una tiene que llenar con recuerdos. Con anécdotas. Con amores. Pasiones. Juventud. Claro, las noches de esa estación son distintas a las más frías, a las que obligadamente hay que usar camperas y bufandas, las noches de verano para mí son mates o cervezas, risas y amigos. Por eso se hace quizás más llevadero.
Son en estos atardeceres cuando mi celular tienen mensajes que no quiero responder, cuando el corazón me pide soledad, el instinto pide escapar y volar, lejos de todo, a donde nunca fui, a donde nunca iré, pero se bien que ahí estoy. Es el pasado fuente de fortaleza futura y los recuerdos motor de nuestro presente, saborealo con gusto querido amigo. Y si algún día encontrás algo que no te gusta, que te lastima en lo más profundo, levantate y cambialo que nunca es tarde para decir lo que no se dijo, sólo para liberarse de uno mismo.

Seis abrazos para vos, hoy.
Tus palabras me inspiran el corazón.



- No tengo face, desaparecí sólo por estar estudiando, de ahora en más me mantengo al tanto. Otro abrazo!

BEATRIZ dijo...

Me gustó el juego de la tristeza que es memoria, que habla con uno y le aclara el instante ¿pero qué es el instante en la memoria?...está grueso.
Yo subí algo a cerca de la locura, parecido a la soledad pero más loco jajaja.
Hasta pronto, el invierno también pasa.

Veralucia dijo...

"A veces quisiera desaparecer del mundo por un instante, no chocarme con personas que conozco y no aguantar ciertas palabras que caen siempre tarde…"

Hahaha entiendo tanto esas palabras... hace no mucho e encontraba en ese estado y sentia esa necesidad.

Eres un dulce que no empalaga. Me encanta leerte.
Abrazos!

Taller Literario Kapasulino dijo...

A mi me encanto esta crónica llena de recuerdos, llena de nostalgia.

Sosó dijo...

"dicen que no hay que vivir de los recuerdos y yo digo que hay que saber caminar con ellos." Excelente.

Me encantó cómo redactaste esta crónica. Justamente ahora estoy en una situación parecida, donde la nostalgia y los recuerdos son los que invaden todos los días.. Esa soledad incontrolable..
Fue muy agradable leerte.

Saludos!

Paula Olivieri dijo...

Huyyyyyyy que bueno Andres!! (yo si lo escribo como debe ser… jaja) es genial como manejas aquello de las contradicciones, le das tantas vueltas a lo ilógico que termina cobrando sentido. Esa manera de describir los sentimiento me fascina… muy buena tu crónica, ha sido un gusto : )
Abrazos

Jud dijo...

Me dejaste sin palabras, te las tragaste todas... me encantó

pecas dijo...

andrés, es pura nostalgia nomas
son periodos
saca provecho a esa tristeza
y escribe
=)

por cierto me identifiqué con tu tristeza

me siento triste… pero no es esa tristeza patética que nos venden en la televisión o en algunos libros, no es esa tristeza estúpida con llanto ni esa con los ojos despeinados… sino que mi tristeza es como una mascara que tiene mi rostro, tiene mi risa, tiene todo cuanto soy…

Anónimo dijo...

jajajaj eres imbecil?